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Fotografías:Claudio Manzoni
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La industria del vino genera admiración. Por un lado se trata de un proceso conceptualmente simple que tiene siglos de tradición, que sin embargo, hoy en día alcanza niveles increíbles de sofisticación a través de la atención en los detalles por mas ínfimos que parezcan. Por el otro es una actividad que entremezcla la pasión que requieren las tareas artesanales de autoría personal, con la excelencia y profesionalismo que demandan las actividades industriales de escala internacional.
El mundo contemporáneo de la vitivinicultura encierra esta dualidad; la rigurosidad de la producción industrial combinada con el conglomerado de pequeños detalles que construyen la identidad de una bodega y los vinos que esta produce.
Nuestro propuesta para la Nueva Bodega Navarro Correas es en cierta manera un resultado de esta dualidad; por un lado es una eficiente infraestructura de producción industrial, por el otro, un proyecto que corporiza los valores que promueve la empresa, el carácter de sus vinos más exclusivos y el respeto por el deslumbrante entorno geográfico.
El nuevo edificio, implantado en el centro de un viñedo de 50 hectáreas, está destinado a albergar la producción de las líneas Premium de vinos tintos en un edificio de poco más de 12.400 m2 de superficie con una capacidad de producción de 4 millones de litros anuales.
La configuración del proyecto surge de la materialización de los tres sectores principales que identifican el proceso de una bodega; el área de vendimia y fermentación, el sector de guarda en barricas y el área de crianza en botellas; los tres organizados en una planta triangular que optimiza las relaciones funcionales entre si, a la vez que define una forma singular y reconocible.
La ubicación relativa de cada uno de los sectores del programa, así como el diseño en general y sus respectivos detalles, surgen mas de dar una respuesta optima a las cualidades específicas requeridas en cada área, que a decisiones estéticas arbitrarias. Esta decisión, lejos de ser un defecto, es una cualidad que le aporta un carácter de legitimidad a cada decisión del proyecto.
De esta manera, por ejemplo, la nave de barricas caracterizada por una gran masa térmica, se localiza en el costado oeste del edificio para funcionar como una barrera de protección contra el tórrido sol de la tarde y contra el indeseable viento sonda (viento cálido y seco característico de la región proveniente desde el océano Pacifico). El área de vendimia que necesita mantenerse fresca durante el verano que es propiamente el tiempo de cosecha, se ubica en dirección sur-este para minimizar el asoleamiento y su consiguiente ganancia térmica. El área de visitantes se ubica en el sector nor-oeste para evitar las interferencias con las actividades industriales concentradas en el área sur y para aprovechar las magnificas vistas sobre la cordillera mendocina. En otra escala de decisiones, por ejemplo, la cubierta se abre estratégicamente en dirección sur a través de lucernarios estratégicamente ubicados para permitir el ingreso de luz natural y simultáneamente proveer la indispensable ventilación requerida para eliminar el potencialmente mortal dióxido de carbono que se produce durante el proceso de fermentación.
Los Materiales / Hormigón y Acero Corten
Tal vez, la decisión más representativa de esta estrategia es la elección de una paleta de materiales reducida pero con una alta carga simbólica. Un basamento de hormigón visto prefabricado que se adapta perfectamente al carácter industrial del proyecto, y una cubierta compleja unificada en un único material, el Acero Corten.
El Acero Corten es una aleación especial que se caracteriza por un alto contenido de cobre, cromo y níquel, lo que provoca que la película de corrosión que se forma sobre los metales cuando son expuestos a los agentes atmosféricos (lluvia, humedad relativa ambiente), sea particularmente densa, altamente adherente, estable y auto-regenerante.
Esta propiedad se traduce en una multiplicidad de cualidades que lo definieron como el material por excelencia para nuestro proyecto. Su color y texturas característicos se emparentan asombrosamente en el contexto natural mendocino. Además, su aspecto es el resultado de un proceso natural en continuo cambio, lo que lo convierte en un material vivo, algo que se relaciona directamente con las propiedades del vino que también es un producto en constante evolución. En tercer lugar, al no requerir de una protección especial contra la corrosión como el común de los metales, se reducen drásticamente las necesidades de mantenimiento y se eliminan en la elaboración del material los altamente contaminantes procesos de galvanización y aplicación de pinturas protectoras.
Es gracias a esta combinación de características conceptuales y materiales, que el proyecto adquiere una identidad reconocible y única, que lo define como un nuevo “landmark” en la región, y lo hacen capaz de convertirse en la nueva imagen de la reconocida marca Navarro Correas.
El proyecto se dividió en dos etapas constructivas. La primera etapa, finalizada en Mayo de 2009 alberga los sectores de carácter industrial. Sector de Vendimia, naves de tanques de fermentación, área de crianza en botella, depósitos y sectores de logística y transporte. La segunda etapa comprende la nave de barricas principal, sector de turismo y visitantes y oficinas administrativas.
El Sector de Visitantes / Etapa II (en desarrollo)
El área destinada a Recepción de Visitantes completa el carácter dual del proyecto, y se organiza como una secuencia de espacios diferentes entre sí, con características singulares muy definidas, que persiguen predisponer al visitante para una disfrutar de una experiencia personal en la que se entremezclan diversos estímulos.
El agua en movimiento será un recurso que se repite a lo largo de esta secuencia de espacios subrayando metafóricamente el valor que este recurso tiene en un contexto desértico como el mendocino. A veces el agua será canalizada a través de acequias, aparecerá en pequeñas fuentes, se mostrará aportando movimiento con cambios de nivel y pequeños saltos, humidificará el aire en determinadas condiciones, y aportará su característico y tranquilizador sonido, pero siempre mediante acciones que no requieran de recursos desproporcionados.
Los usos de estos espacios serán variados y dinámicos. Algunos tendrán un carácter más solemne y simbólico y otros estarán identificados con una imagen más práctica y distendida. En algunos se podrá observar el funcionamiento de la bodega sin interferir con el mismo, disfrutar de las maravillosas características del entorno natural, asistir a un concierto, contemplar una muestra de arte, leer un libro, comer un asado, encontrarse con amigos, y por supuesto, disfrutar de un excelente vino de esta prestigiosa bodega.